Fuiste al supermercado y compraste huevos, o hiciste alguna receta y te sobraron yemas o claras! Huevos revueltos, un omelette o merengues? Para disfrutar con seguridad las preparaciones que hagas con huevos, sólo tenés que seguir algunas reglas.
Chequear antes de comprar
Al comprar huevos en el supermercado, abrir el paquete y asegurarse que estén en perfectas condiciones. Las bacterias como salmonela pueden estar esperando para entrar! una pequeña rotura es la oportunidad para colarse! Así que… huevo roto, huevo que no se usa!
Dejar los huevos en el paquete que se compraron
Siempre es mejor mantener los huevos en el paquete en el que se efectuó la compra, en lugar del compartimiento de la heladera/nevera. De esta manera se minimiza el riesgo por manipulación y al estar en el envase, evita la absorción de olores.
Conservar en heladera/nevera
Al llegar a casa guardar los huevos en la heladera para asegurar la rápida reducción de temperatura. Pruebas han demostrado que una buena refrigeración puede influir en la calidad y el valor culinario de los huevos.
Por supuesto, si se tiene la suerte de tener huevos frescos que vienen directamente de la gallina, la refrigeración no es necesario. Los huevos son completamente estéril en el momento de la deposición, si se trata de un animal sano. De acuerdo a investigaciones sanitarias, las posibilidades que una gallina esté infectado con salmonela, se estima en dos por cada millón de huevos.
Limpieza
Los huevos no se limpian hasta que sean ser usados, ya que la cáscara tiene una capa permeable y si lo hiciésemos antes, dejaría de estar protegido. Pueden limpiarse en el momento que los vas a utilizar en caso que estén sucios.
Una vez abiertos
Los sobrantes de claras o yemas se conservan hasta 3 días en la heladera en recipiente cerrado o pueden ser congelados hasta 3 meses y utilizarlos luego para diferentes preparaciones que no requieran batido.
